lunes, 8 de marzo de 2010

Pernoctando a la medianoche

I

Sí, le va ir bien en la vida, es muy inteligente pero es un poco perezosa, pronunció de forma pausada Ernesto, las palabras pesaban mucho en ese momento. Es lo más probable reafirmó Lorenza; aunque refuto Ernesto parece que sufre un exceso de jaqueca lo que genera una reacción en cadena que trae como consecuencia serios conflictos entre ella y yo lo que genera en mi humanidad una seria cefalea lo cual me parece totalmente injusto.



II
No, entendiste mal Adolfo, no fue por calentura que lo hice, se dio a esa temprana edad solo por la simple banalidad de tratar de salir de la rutina en la que me encontraba sometida, lunes y martes me tocaba ir a lavar al río la ropa acumulada de la semana anterior, miércoles jueves y viernes, eran los dias que tenía que quedarme en casa resguardándola y los fines de semana ir a la milpa a regar la siembra de frijoles , toda esa rutina encerrada por años , específicamente 3 años un día simplemente exploto inesperadamente sometiéndome a un estado de trance y desenfreno nunca antes experimentado y fue en ese preciso instante que sucedió lo que pasó , lo que me tiene hoy acá hablando con vos y lo más curioso de todo es que vos de seguro ya existías para ese tiempo.


III
¿Y usted está seguro de verle potencial? , ¿No estará simplemente jugando con mis sentimientos? o ¿tal vez solamente desea hacer experimentos tenebrosos y con sentido muy oscuro? interrogó Eugenio aunque el supiera ya como si fuera un oráculo cual sería la respuesta del funcionario que representaba al órgano del gobierno; más que potencial Don Eugenio y si se integra al programa seguramente ese potencial dejara de ser un número en la estadística para ser una realidad muy productiva y única en su naturaleza , solo firme aquí donde tengo señalado con una F gigante en el contrato que le pondré en estos instantes aquí sobre la mesa .


Emilio Mairena

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